Infertilidad Masculina

La infertilidad masculina es la incapacidad de causar un embarazo debido a trastornos en el esperma y que impiden o dificultan que la mujer conciba un bebé sano.

Muchas personas no son conscientes, pero la infertilidad masculina representa aproximadamente un 40% de los problemas de fertilidad al que se enfrentan las parejas de hoy en día.

¿Qué es la Infertilidad Masculina?

La infertilidad masculina es la incapacidad del hombre para embarazar a una mujer tras llevar un año intentando la consecución del embarazo. En la actualidad, un 15% de las parejas tendrán problemas de fertilidad, y de éstas un 40% es debido a la infertilidad masculina.
Las causas de la infertilidad masculina son muy variadas:

  • Anomalías en los testículos.
  • Paperas o episodios febriles.
  • Bloqueo de los conductos que llevan al exterior.
  • Enfermedades genéticas.
  • Eyaculación retrógrada.
  • Baja calidad seminal.

La causa más frecuente se da con una infertilidad debido a la baja o escasa calidad del semen. Debido a esta baja calidad seminal, los espermatozoides no llegan a alcanzar al óvulo o, por el contrario, no logran fecundarlo, ya sea por una baja concentración o una baja movilidad.

¿Qué pruebas me puedo hacer para saber si soy infértil?

En primer lugar, el especialista reunirá toda la información relevante que pueda conllevar una infertilidad; como las enfermedades genéticas, golpes en los testículos que hayan podido bloquear el conducto o alguna anomalía física en estos.
Sin embargo, en un gran porcentaje, no hay ninguna afectación de las anteriores, por lo que el siguiente paso, e imprescindible, sería realizar la prueba del seminograma.

¿Qué parámetros se evalúan en un seminograma básico?

Para la realización de un seminograma es necesario realizar una eyacuñación, tras la cual el laboratorio realiza un diagnóstico de la muestra, basándose, generalmente, en los criterios de la Organización Mundial de la Salud de 2010.

Días de abstinencia

Existen varias corrientes respecto a los días de abstinencia (días desde la última eyaculación) en las que los días varian desde 2 días hasta un máximo de 7 días, como marca la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, recientes estudios confirman que una abstinencia entre 2-3 días es lo óptimo, tanto para obtener una buena concentración y movilidad de los espermatozoides, sin llegar a su oxidación en el interior de los testículos cuando pasan muchos días.

Método de recogida de la muestra seminal

La recogida de la muestra debe realizarse mediante masturbación y eyaculación en un bote de boca ancha. Es muy importante que el tiempo entre la eyaculación y la evaluación de la muestra no sea superior a una hora, ya que esto podría afectar en algunos de los parámetros evaluados. En caso de pasar más de una hora, es imprescindible comunicarlo al personal para tenerlo en cuenta en el diagnóstico. En caso de imposibilidad de recoger la muestra mediante eyaculación, existen preservativos especiales para este fin.

Parámetros evaluados:

– Licuefacción y Viscosidad:

Una muestra seminal, en su salida tras la eyaculación, tiene un “aspecto” de moco, adquiriendo un aspecto más líquido minutos más tarde. Entre 15 y 60 minutos la muestra seminal deja de tener ese aspecto de moco, lo que se denomina licuefacción; motivo por el cual es importante el tiempo entre la eyaculación y su evaluación. Un aumento de ese tiempo podría dificultar el embarazo de forma natural.
Una vez que la muestra está licuada, se evalúa la viscosidad de la muestra.

– Volumen:

El volumen del eyaculado debe ser igual o superior a 1.5 mL. Un volumen por debajo se le denominahipospermia.

– pH:

El pH de la muestra seminal debe ser superior o igual a 7.2. Valores por debajo de un pH de 7 podría estar relacionado con una azoospermia (ausencia de espermatozoides) debido a una obstrucción y bloqueo de las vías.

– Concentración espermática:

La concentración de los espermatozoides en una muestra de semen se determina como “millones de espermatozoides por cada mililitro de semen (mill/mL)”.
La concentración debe ser igual o superior a 15 millones/Ml. Una concentración por debajo se le denomina oligozoospermia.

– Movilidad/Motilidad total:

La movilidad espermática total se determina como el porcentaje de espermatozoides que se mueven en la muestra, tanto de manera progresiva como no progresiva.
Una motilidad total normal debe ser igual o superior al 40%.

– Movilidad progresiva:

La movilidad progresiva espermática se determina como el porcentaje de espermatozoides que se progresan hacia adelante en la muestra; no contando en este grupo y en este parámetro los espermatozoides que se mueven sin avanzar (vibrar, girar…).
Una motilidad progresiva normal debe ser igual o superior al 32%.

– Viabilidad:

La viabilidad de los espermatozoides se determina como el porcentaje de espermatozoides vivos, sean móviles o no. Es cierto que este parámetro está directamente relacionado con la movilidad espermática, teniendo en cuenta que en un gran porcentaje de casos, los espermatozoides no móviles son espermatozoides muertos, no viables.
Se considera una viabilidad normal con un parámetro igual o superior a 58%.

– Morfología:

La morfología de los espermatozoides es uno de los parámetros que más ha variado a lo largo de los años. Este parámetro se determina como el porcentaje de espermatozoides de formas normales que hay en la muestra. Durante la espermatogénesis (formación de espermatozoides) estos sufren una serie de cambios hasta llegar a formar el espermatozoide que conocemos, por lo que un alto porcentaje de los espermatozoides tienen pequeñas anomalías que los hacen ser anómalos.
Una morfología normal se considera un valor igual o superior a 4%.

MundoFertil
Author: MundoFertil

Leave a Comment